Prendas icónicas que puso de moda Carrie Bradshaw

Patricia Field, la encargada de vestuario de la serie, hizo que las prendas de Carrie Bradshaw se convirtieran en un éxito para la audiencia y en un icono para la moda. La pantalla ha sido testigo de múltiples tendencias y estilos a lo largo de los años, pero pocos personajes televisivos han dejado una marca tan indeleble en el mundo de la moda como Carrie Bradshaw, la inolvidable protagonista de la serie «Sexo en Nueva York». Interpretada por Sarah Jessica Parker, Carrie Bradshaw se convirtió en un ícono de estilo cuyo guardarropa sigue inspirando a amantes de la moda y seguidores de la serie a nivel global. 

Cuando Patricia Field propuso presentar el personaje de Carrie Bradshaw con este tutú encontrado en una tienda de segunda mano, los productores no estaban muy seguros de que fuera a funcionar. Pero los créditos de la serie, que comenzó a emitirse en 1998, no hubieran sido lo mismo sin esta pieza que aún hoy sigue vigente en las tendencias de moda. El icónico tutú de tulle blanco que Carrie luce en la secuencia de la introducción se ha convertido en una imagen icónica asociada tanto a la serie como a la ciudad de Nueva York. Esta prenda captura la esencia creativa y lúdica de la protagonista, que se atrevía a combinar elementos que para otros podrían ser incompatibles. Este tutú resalta su estilo personal y su deseo de destacar en la gran ciudad.

Hoy en día nos parece muy normal tener todo personalizado, pero cuando comenzó la serie no era tan habitual. La protagonista de Sex and the city sin duda marcó tendencia con este collar que ha día de hoy se ha vuelto tan icónico de Carrie.

Carrie Bradshaw demostró una fascinación desmedida por los zapatos a lo largo de la serie, y ninguno es más emblemático que el Manolo Blahnik Hangisi Blue. Estos zapatos, con su característico broche de diamantes en la punta y su inolvidable tono azul, alcanzaron notoriedad gracias a la escena en la que Mr. Big le propone matrimonio a Carrie en la película «Sexo en Nueva York: La Película». A partir de ese momento, estos zapatos se convirtieron en un símbolo de romance y moda desenfadada.

Otro momento que quedó grabado en la memoria colectiva es cuando Carrie se enfrenta a un dilema amoroso vistiendo solo un sujetador cubierto de diamantes y un short. Esta audaz elección resalta su confianza y su capacidad para desafiar convenciones. Además, puso en evidencia cómo la moda puede ser una herramienta de empoderamiento para las mujeres.

La Baguette de Fendi es una cartera de tamaño pequeño que se lleva bajo el brazo como si fuera una barra de pan, de ahí su nombre. Carrie Bradshaw popularizó este accesorio al llevarlo en múltiples episodios de “Sex and the City”. Diseñada por Silvia Venturini Fendi, la Baguette se convirtió en un fenómeno de la moda, gracias en gran parte a su aparición en la serie. En uno de los capítulos de la serie, la pobre Carrie se pierde y al ir a preguntar por la dirección correcta le roban todas sus posesiones. El atracador le dice «Dame tu bolso» y ella, pese a la situación solo puede responder «es una baguette».

El impacto de la Baguette en la moda fue significativo, ya que transformó la forma en que se percibían y se llevaban los bolsos. Pasó de ser un simple accesorio a una declaración de estilo y estatus. Las diferentes versiones y estampados de la Baguette se convirtieron en codiciados objetos de deseo, y su influencia se extendió más allá de la pantalla, convirtiéndola en un ícono de la cultura pop.

En una cita con Mr Big. Carrie Bradshaw sale con un vestido con estampado de papel de periódico diseñado por John Galliano para Dior. Un diseño, como otros de Sexo en Nueva York, que se ha convertido en todo un icono, que nos recuerda a la serie y que marcó una nueva manera de ver la moda.

La influencia de Carrie Bradshaw en la moda trasciende las pantallas y sigue inspirando a diseñadores, influencers y amantes de la moda en todo el mundo. Su habilidad para mezclar prendas, colores y accesorios con confianza y estilo propio ha dejado una huella imborrable en la cultura pop y en la forma en que entendemos y vivimos la moda hoy en día. En definitiva, Carrie Bradshaw y sus icónicas prendas son un recordatorio de que la moda es mucho más que ropa; es una forma de contar historias, expresar identidad y desafiar convenciones.

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