PARÍS FASHION WEEK
La colección en sí fue una mezcla de estilos, colores y texturas, con influencias que iban desde lo punk hasta lo renacentista. Cada pieza era una obra de arte en sí misma, con detalles intrincados, estampados llamativos y siluetas dramáticas. La marca demostró su maestría en la manipulación de tejidos, con pliegues y drapeados que agregan una dimensión escultural a muchas de las prendas.
Además de la moda en sí, Vivienne Westwood también aprovechó la pasarela para expresar su compromiso con cuestiones sociales y políticas. Muchas de las prendas presentaban mensajes y consignas relacionadas con el medio ambiente, la igualdad de género y la justicia social. Esto agregó una dimensión adicional al desfile, convirtiéndolo en una declaración de principios.
La colección presentada en este desfile fue una oda a la individualidad y la autoexpresión. Las prendas eran una fusión única de elementos clásicos y contemporáneos, con cortes atrevidos y una paleta de colores audaces.
Al estilo Pilar 