El desierto de Hermés

PARÍS FASHION WEEK

Los desfiles de moda de Hermès son siempre una celebración de la elegancia atemporal y la artesanía impecable que esta icónica casa de moda francesa ha representado durante décadas. El último desfile de Hermès no fue una excepción y reafirmó su posición como una de las marcas más prestigiosas del mundo de la moda de lujo.

El escenario del desfile fue una manifestación de la simplicidad y la sofisticación que Hermès encarna. El minimalismo fue la clave, con una pasarela limpia y un fondo neutral que permitía que las prendas fueran las protagonistas absolutas. La atención al detalle fue impresionante, incluso en la elección de la iluminación que resaltaba cada prenda de manera delicada.

La colección presentada por Hermès fue una exhibición de sastrería impecable y diseño refinado. Los cortes limpios y las líneas elegantes eran la norma, con una paleta de colores que abarcaba desde los tonos neutrales hasta los colores tierra, creando una sensación de atemporalidad y sofisticación. Cada prenda era una muestra de la habilidad de Hermès para combinar la simplicidad con la belleza.

La versatilidad de la colección también fue notable. Desde abrigos elegantes hasta vestidos fluidos y pantalones a medida, Hermès ofreció una gama de opciones para todas las ocasiones y estilos. Esto refleja la visión de la marca de crear prendas que sean atemporales y versátiles, destinadas a ser piezas de inversión en el guardarropa de cualquier persona.

Foto cedidas por Vogue Runway.

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