Uno de los sectores más afectados por la pandemia de la Covid-19 fue la cultura, los artistas se vieron sumidos en un agujero negro del cual no sabían si iban a poder salir. Los actos públicos se cancelaron, los cantantes dejaron de subirse encima de las tarimas, las obras de teatro se paralizaron y se devolvieron cientos de entradas.
La responsabilidad ciudadana ha hecho que desde hace unos meses la cultura pueda ir restableciendose y con ello hemos podido observar experimentos como el del Palau Sant Jordi junto a Love of Lesbian.
Hace un año Nuria (Dear Leo) tenía programado un concierto de presentación de su nuevo disco Delfín, pero días antes España blindó sus puertas y empezó el confinamiento, con esto vinieron la cancelación del concierto, posibles nuevas fechas y muchas dudas. Después de exactamente doce meses y tres días, Dear Leo junto a su Dream Team consiguieron volver a cantar en directo.

El concierto comenzó con Abrázame, un buen primer recibimiento después de tantos meses encerrados en casa sin poder tener contacto entre nosotros. Al acabar esa primera canción Nuria dedicaba unas palabras a su público, agradeciendo el sold out.
Los asistentes vivieron una presentación del disco más especial y al salir de la sala lo describían como un momento mágico, además de recalcar el buen sonido. Las canciones de Nuria crearon un ambiente de hogar y de amistad por lo que las reacciones de la gente eran lágrimas y caras dulces hasta que llegó el momento en el que cantó Toda la noche en la calle de Amaral, donde la gente «bailó» en sus asientos y se contagió un sentimiento de electricidad para unas personas, que como todos los españoles, ha pasado momentos malos y tristes.
Uno de los momentos más especiales fue cuando la cantante compartió un tema nuevo que todavía no ha salido a la luz al que ella misma ha titulado como Tan lejos Madrid.
El concierto contó con dos invitados, Carlos Cabezas que cantó junto a Nuria una versión «más Disney» de Goosebumps y Javier Brenan, con el que versionó una de las canciones de la cantante Zahara, Guerra y Paz.
Después llegó un bloque potente de canciones que ya conocemos muy bien, Barcelona (dedicada a su amigo y actor Jorge Motos), Frente a Frente, Fakers y Your Door, la cual cuenta con casi 2M de reproducciones y ha sido incluida por Spotify en la internacional playlist The Most Beautiful Songs In The World con más de 2M de seguidores.
Fue un momento en el que se notó como Madrid necesitaba de forma urgente la música en directo, a gente cantando y abrazando a sus compañeros de sillón.
No llores más fue un canto a la felicidad — aunque no lo parezca por el nombre — en el que antes de empezar a cantar Nuria cantó lo que realmente quería transmitir con la canción, un mensaje de positivismo ante una situación mala y en la que necesitas ayuda. «Es una canción de noche aunque yo la escribí en la ducha por la mañana», finalizó. Ella misma recalcó que es una canción que la gente puede utilizar en los momentos que está en un estado de ánimo más bajo de lo normal.
El bloque final contó con una de sus canciones más conocidas, Marte, donde la gente volvió a cantar debajo de sus mascarillas.
Al terminar el concierto, Nuria recordó que su disco, Delfín, estaba a la venta fisicamente y que solo tenias que enviarla un mensaje a su cuenta de Instagram para informarte de cómo conseguirlo.
Este concierto quedará como recuerdo destacable en las mentes de muchos de los asistentes, lo que está claro, es que ha sido una lección para más de una cabeza y que la cultura es segura.