El Coronavirus provocó un confinamiento domiciliario en España en marzo, debido a esto los actos culturales como obras de teatro, conciertos o galas de premios se cancelaron parcialmente hasta nuevo aviso, esto hizo que la cultura estuviese movilizada. De cara a la sociedad, la gente que no consumía este tipo de eventos y contenido no pensó en la capacidad de destrozo que esta pandemia estaba provocando en todo tipo de artistas.
Al estilo Pilar ha tenido la posibilidad de hablar con Nuria Martín, la artista que hay detrás del proyecto de Dear Leo, una cantante que representa dentro del panorama indie español a los artistas emergentes.
A día de hoy, Nuria cuenta con un EP, un LP y varios singles, su música estaría dentro del indie – pop y aunque es considerada como una artista nacional, canta tanto en español como en inglés. Después de llevar varios años en la música hay veces que no podría considerarlo como un trabajo estable.
¿Actualmente vives de la música?
No, yo cuento con ese punto a favor a nivel económico y a nivel de proyecto también que es que tampoco tengo una presión económica detrás, sino que yo tengo un trabajo normal que hacer durante la semana y paralelamente gestiono el proyecto de Dear Leo. Lo he hablado con más compañeros artistas y creo que hay un sentimiento general de bloqueo, de no poder hacer planes, de que tampoco te atrevas a organizar cosas ni pensar a largo plazo o que hacer después. En general, la música emergente y las salas de conciertos somos los grandes perjudicados.
Durante el confinamiento hemos visto qué has sacado tu nuevo disco ´Delfín´ que vio la luz el 22 de marzo, en plena pandemia. ¿Te planteaste retrasar el lanzamiento?
La verdad es que como coincidió con ese momento donde todos fuimos bastante ingenuos y que pensábamos que esto iba a durar poco y que todo se iba a solucionar por lo que pensé en retrasar el concierto pero seguir adelante con el lanzamiento del disco. Ahora a posteriori si yo llego a saber que esto se alarga tanto me hubiese esperado sin duda, hubiese hecho el lanzamiento de algo más espaciado, de otra manera. Creo que tuvo más o menos una buena acogida a nivel público, aunque lo sacara en esas condiciones, pero a nivel presentación y promoción del disco he tenido que cancelar muchos proyectos.
Unos días después del lanzamiento del disco tenías previsto presentarlo en la Sala Clamores de Madrid. ¿Cómo fue eso de tener que cancelar un proyecto que lleva tanto trabajo detrás?
Pues horrible, yo lo que me repetía a mí misma es que se posponía y no se cancelaba, es más, con la Clamores llegué a cerrar una fecha para mayo o junio y evidentemente no se pudo realizar tampoco. Busqué otra sala más pequeña que había estado abierta durante el verano y cerré una fecha tentativa sobre septiembre, lo podría haber hecho pero la situación seguía mal, los aforos estaban reducidos y todo iba a ser muy complicado. Si lo hago lo quiero hacer bien, lo quiero hacer a lo grande.
Son momentos difíciles para la cultura, ¿Tienes algo que te anime a seguir con esto y no dejarlo todo atrás?
He tenido momentos y bloqueos, a mí misma me he permitido pasar un tiempo sin hacer nada y tomar un descanso, además soy una persona que cree que el arte es muy orgánico y no hay que forzarse, que las cosas tienen que salir y no te tienes que obligar porque si no no tiene sentido, no son deberes. Después de esa fase de bloqueo, se me ocurrió una idea que es lo que estoy gestionando ahora y me he vuelto a ilusionar.
Después de todo lo que ha pasado, ¿Te llevas alguna enseñanza?
Me he dado cuenta trabajando con mi productor a distancia que se pueden trabajar temas o singles de una manera más espontánea sin que tenga que estar todo tan organizado, perfilado o que tengas que estar dentro de un disco o un EP. Me llevaría el vivir la música como algo más espontáneo y menos planificado ya que la pandemia nos ha enseñado a todos que no siempre los planes se pueden mantener y que hay que saber adaptarse.
Durante el confinamiento pudimos observar que en tu Instagram hiciste varios directos cantando y también participaste en varios festivales online. ¿Te pareció buena idea que la música no dejase de sonar? ¿Te vino bien para que siguieses cantando o se te hizo raro?
Tengo sentimientos encontrados con esto y siento que el tiempo me ha dado la razón. Si pudiste ver eran conciertos gratuitos, pero en el momento en el que hay una cuenta o una organización que hace el festival y no está remunerando al artista pues hay un poco de controversia. A mí a título personal tampoco me era necesario estar cobrando y que me pagasen un caché pero al final le estás restando valor en el momento más delicado para los músicos y parece un poco que todo vale. Hay que tener en cuenta que la organización que organiza esto tampoco ofrece mucho a cambio al artista porque tampoco estás dando una visibilidad o una repercusión, por ejemplo a los emergentes en este tema teníamos como mucho 30 personas conectadas al directo que al final son tus propios seguidores.
Por último, qué canción pondrías como banda sonora a la pandemia y por qué.
Se me viene a la cabeza cuando estábamos todos confinados y todo era bonito pero de repente la gente se hartó y empezó a salir con cacerolas al balcón a las ocho de la tarde. Me pareció egoísta y me encantó que hubo en un barrio madrileño que mientras la gente se manifestaba con las cacerolas se puso en un altavoz a todo volumen la canción de ´´Love is all you need´´ de Los Beatles. Creo que el tema del COVID al principio se pensaba que nos iba a hacer más generosos y mejores, pero al final, cuando la gente se satura termina saliendo movimientos de odio y mucho extremismo. Diría esa canción porque ahora mismo necesitamos mucho amor y un poquito menos de odio.